Con la ayuda de los albañiles que trabajaban en el casco central de la ciudad, se construyó un pequeño templo, utilizando palmas para el techo y barro para la estructura en general.
El humilde templo poco a poco se fue convirtiendo en una iglesia grande, gracias a la ayuda de los fieles y a los aportes económicos de los organismos e instituciones.
Hoy día la catedral de Cabimas se caracteriza por tener dos torres, una de ellas diseñada por Jesús Borjas Pedreáñez y construida por Manuel Estrada. Su infraestructura se llevó más de tres décadas de construcción.
La Catedral posee la imagen más antigua de San Benito de Palermo. Allí existen tres réplicas, dos se quedan en la iglesia y la otra sale en largo recorrido con los fieles devotos, cada 27 de diciembre y 6 de enero.
En la Catedral también se encuentra la imagen de la “Virgen del Rosario” patrona de la Diócesis.
La festividad de la Virgen del Rosario fue instituida por la Iglesia en el año 1671, en recuerdo de la gran victoria obtenida por el Cristianismo contra los moros en la batalla de Lepanto. Nuestra Señora del Rosario inspira una de las oraciones esenciales de la fe católica.
Rezar el Santo Rosario en familia equivale a estar en sintonía con Dios y el rezo, en si mismo, enseñado por la propia Virgen a Santo Domingo.
La fiesta de Nuestra Señora del Rosario fue establecida cada 7 de octubre por el Papa Pío X en 1913 como un resumen de todos los homenajes a la Virgen María.
La Diócesis de Cabimas la honra en honor a quienes con fe aún continúan congregándose día tras día para rezar el Santo Rosario.